Picabia Francis
Francis Picabia est né à Paris en 1879. Il fait ses études à l’Ecole des arts décoratifs de Paris (1895-1897). Sa première exposition personnelle sera organisée en 1905. Il peint alors des tableaux néo-impressionnistes. Sa rencontre avec Marcel Duchamp l’entraîne vers une phase cubiste et orphiste.
En 1912, Francis Picabia participe au premier Salon de la Section d’or. En 1913, il part pour New York où il participe à l’Armory Show et y défend l’art européen. Mobilisé en 1914, il est envoyé l’année suivante en mission officielle à Cuba ; il profite d’une escale à New York pour rejoindre son ami Marcel Duchamp. Picabia collabore à la revue « 291 » d’Alfred Stieglitz. De 1915 à 1922, la machine devient le principal sujet de son oeuvre. A l’été 1916, il est réformé et part pour Barcelone où il est cofondateur de la revue « 391 », qu’il réanimera à New York, Zurich, puis Paris (1917-1924).
A partir d’août 1918, il correspond avec Tzara et devient le relais dada à Paris (1919-1921). Francis Picabia dans son « Manifeste dada » de 1920 déclare : « Les dadaïstes ne sont rien ». Il crée encore la revue « Cannibale » avant de publier « Pilbaou-Thibaou » (1921) où il annonce la mort de dada.
Picabia se rapproche des surréalistes. Il quitte Paris pour le sud de la France en 1925 et y restera jusqu’en 1945.
Tout au long de sa vie artistique, Picabia utilisera de manière non conformiste les expérimentations des avant-gardes du XX° siècle. Bien que qualifié d’ « artiste dégénéré » par les nazis, Picabia refuse tout engagement et continue de mener la vie facile que lui permet sa fortune personnelle. Il sera un temps interné à la fin de la guerre pour collaboration et, finalement, obtiendra un non-lieu. En parallèle à son oeuvre picturale, Francis Picabia a publié des recueils de poèmes.
Francis Picabia est mort en 1953 à Paris.
(Spanish)
París 1879 – 1953, fue un pintor francés. Artista vanguardista francés, de origen cubano. Trabajó en casi todos los estilos contemporáneos más destacados, como el postimpresionismo, el cubismo, el fovismo, el dadaísmo, el surrealismo y el arte abstracto. Hizo también pintura figurativa, dibujo y collage. Estudió en École des Beaux-Arts y en la Escuela de Artes Decorativas de París. Recibió una fuerte influencia impresionista y fovista, en especial de la obra de Pissarro y Sisley.
De 1909 a 1911 estuvo vinculado al cubismo y fue miembro del grupo de Puteaux, donde conoció a los hermanos Duchamp (Marcel, Jacques y Raymond) en el suburbio parisino de Puteaux, donde se reunían los domingos para discutir sobre arte, matemáticas y otros temas. En 1913 viajó a Nueva York,con motivo de la exposición “The Internacional Exhibition of Modern Art”, celebrada en un cuartel militar, y desde donde se pretendía dar a conocer al público norteamericano la obra de la vanguardia europea, ya mínimamente introducida por el fotógrafo y galerista Alfred Stieglitz y el grupo dadá americano. Picabia vivió en Nueva York hasta 1916, fecha en que viajó a Barcelona, donde estuvo dos años.
En Barcelona, apenas mantuvo contacto con la vanguardia catalana, salvo con Josep Maria Tamburini, quien en 1916 editó el primer número de su revista dadaísta “391”.
El formato, la concepción y la tipografía deben mucho a la revista 291, editada por Alfred Stieglitz y en la que colaboró Picabia, pero los presupuestos son otros: el tono nihilista, frío, irónico y destructor son propiamente dadaístas. La revista se publicó entre 1917 y 1924, en Barcelona, Nueva York, Zurich y París, y en ella colaboraron, entre otros, Marcel Duchamp, André Breton, Tristan Tzara, Man Ray y Jean Cocteau. Junto a la revista Dada, fue la más importante de este movimiento.
Poco después de 1917, Picabia viajó a París, donde entró de lleno en el círculo dadaísta conducido por Tristan Tzara, participando en manifestaciones y otros escándalos.
En 1922 Dalmau organizó una exposición que reunió 46 obras de Picabia, con un catálogo editado por André Breton. Las obras anteriores a 1922 podrían calificarse como mecanomorfas, que mucho deben al dinamismo futurista. “El apuro” (1914, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid) pertenece a un conjunto de obras realizadas por el artista en 1914, que podrían definirse como transposiciones abstractas de experiencias íntimas.
En torno a 1924 parece regresar a la figuración, sobre todo a partir de la fundación del grupo surrealista: en estas obras parece burlarse de ese onirismo surreal, pintando figuras desmaterializadas, y más adelante iniciará un diálogo con la tradición artística. Su interés por la literatura y el lenguaje fue particularmente evidente en sus últimos trabajos.